lunes, 23 de abril de 2012

YPF, una resurrección con sabor a epopeya

Por Carlos M. Reymundo Roberts

LA NACION


 
YPF ya es nuestra, ya volvió a ser de todos los argentinos: ¿qué más le puedo pedir a la vida?



Cuanto más protestan afuera, más contento estoy. Las rabietas de Estados Unidos y la Comunidad Europea, de España e Italia, de México y Chile, del FMI y de medio planeta nos dicen que estamos en el buen camino. Es obvio que todos se equivocan y que los acertados somos nosotros. Si alguna duda me quedaba, me la sacó Chávez. Si Chávez nos aplaude y el mundo nos condena es que vamos bien. Muy bien.


Recuperar YPF es el premio mayor de nuestro gobierno. Ya nos habíamos hecho de buenas cajas, como las AFJP y el Banco Central. Pero YPF... En este momento de gloria, de éxtasis, de rabiosa argentinidad, quisiera rendir tributo a los que hicieron que esto fuera posible. Son muchos. Espero no olvidarme de ninguno.


En primer lugar, quiero reconocer a los que pensaron la operación. Sólo a un genio se le puede ocurrir expropiar una empresa de 10.000 millones de dólares sin poner un peso. Hasta ahora no hemos pagado nada, y no estoy nada seguro de si alguna vez lo haremos. ¿La ley de expropiaciones dice que hay que pagar el bien que se expropia? Cambiamos la ley y listo: ¡cómo no se le ocurrió antes a nadie! Somos unos vivos bárbaros.


Otra genialidad fue decir que estatizamos la empresa, pero sin que jurídicamente sea del Estado. Será una sociedad anónima: no va a poder ser controlada por ningún organismo, no hará falta llamar a licitación para contratar bienes y servicios, y podremos manejarla como se nos ocurra. Está claro: YPF se ha argentinizado.


Vaya para Néstor el segundo tributo. Fue un visionario que aplaudió la privatización de Menem y promovió la llegada de sus socios y amigos Eskenazi porque intuyó que por ese camino se iba hacia el vaciamiento de la empresa, lo cual facilitaría su expropiación. Ahora estamos orgullosos con la resurrección de YPF, pero no hay resurrección si no hay muerte. Néstor ayudó a matarla. A eso se refería Cristina cuando, emocionada, nos reveló que El siempre había soñado con la nacionalización. YPF todavía era argentina y Néstor, un adelantado, ya estaba soñando con el momento en que volvería a serlo.


También debemos reconocer los méritos de De Vido, un tipo al que todos los bondis lo dejan bien. Promovió los subsidios y la quita de subsidios; puso los trenes en manos de Schiavi y lo echó con aplausos por la tragedia de Once, y después de abrazarse a la YPF de los Eskenazi y a la importación de la energía que no producimos, ahora es el interventor de la YPF sin los Eskenazi y con la consigna de producir más e importar menos. Un monstruo. Busqué y busqué en Google y no encontré un solo tipo tan versátil. Me lo imagino en las invasiones inglesas, tirando aceite desde los balcones y corriendo escaleras abajo para que el aceite le caiga en la cabeza.


Otro de los premios grandes debe ir para Kicillof, uno de los cerebros de la operación y segundo en la intervención sin saber un comino de petróleo, de energía, de empresa? Tampoco a él nada le queda grande (salvo las patillas, algo demodé para mi gusto). Kichi, como lo llamamos en la intimidad, se sienta frente a los senadores y les da dos horas de clase y contesta preguntas, básicamente sobre un tema que no conoce. ¿No les conmueve el alma esa osadía? ¿No los conmueve el look de descamisado siglo XXI con tarjeta Platinum de American Express? Ya lo veo sentado a la mesa con los grandes petroleros del mundo, luciendo ese perfil de revolucionario tardío y explicándoles cómo funciona el negocio. Todas las noches me voy a dormir con la tranquilidad de saber que al frente de YPF y de la economía del país está un audaz de la estirpe de Kichi.


De paso, también disfruto con lo que se viene: una YPF repleta de mis jóvenes amigos de La Cámpora, petroleros de apuro pero llenos de buenas intenciones. Les daría esta consigna: con Kichi en Aerolíneas Argentinas conseguimos perder dos millones de dólares por día. Ahora, en YPF, piensen en grande. La resurrección no puede ser austera.


Otro premio, más chiquito, se lo lleva Timerman. A él, que luchó para alejarnos de los grandes centros de poder, para llevarse mal con todos, la expropiación le ha facilitado el trabajo. Qué maravilla: un canciller que ve el mundo como un campo de batalla.


En cambio, entre los perjudicados está Boudou, que justo cuando empezaba a aclarar su papel en el caso Ciccone, a la Presidenta se le ocurre salir con lo de YPF. Para peor, la estrella de Kichi lo estrelló a él. Es más joven, no tiene un pasado liberal que lo condene y no va por una fabriquita de plata sino por una de oro negro.


Sólo me faltan dos reconocimientos. Uno es para los que apoyaron en las encuestas la nacionalización de YPF. Esos argentinos se merecen una YPF bien argentina. Y el último, claro, es para Cristina. Yo le creí y la aplaudí cuando se fue en elogios a la marcha de la empresa y a los Eskenazi, hace poco más de un año, y le creo y la aplaudo ahora que dice todo lo contrario. La vida de un país no es una película. Son fotos. Aquella foto estaba bien para ese momento y esas circunstancias. Esta instantánea, con todo el Gobierno y La Cámpora aplaudiendo de pie, es la que corresponde a esta hora. ¿Y si alguien nos señala el contraste? Bueno, siempre queda el recurso del relato. Es decir, photoshopear la realidad..

lunes, 16 de abril de 2012

LISTOOOOOO...

Expropiamos YPF y nos convertimos en los parias del mundo...

Que alguien me explique qué otras empresas van a quere venir a hacer inversiones a Argentina con esos antecedentes.


Somos los parias del mundo......





Ah nooooooooo... todavía tenemos a Angola como socio comercial!!!
=P

viernes, 13 de abril de 2012

Lo que más me gusta

No sé si muchos lo saben, pero entre todas las cosas que hago diaria o esporádicamente, lo que más me gusta en el mundo, y que siempre me ha gustado, es cantar.

Desde chica adoraba cantar, sin embargo nunca estudié canto formalmente. De todas maneras, como buena obsesiva, pasaba horas y horas sentada en el piano y vocalizando, sin más guía que mi propio oído e intuición.
Mi profesor de piano, que también era el director del coro de mi pueblo, solía utilizarme como solista en su coro, a pesar de que yo nunca pertenecí al mismo... yo era más bien una especie de "sicaria de la voz": iba el día que tenía que ir, hacía lo que tenía que hacer y me iba...

Eso, debo reconocer, no despertaba muchas simpatías entre mis coterráneos que ensayaban todo el año, pero todos sabemos yo no he venido a este mundo a ganar simpatías.



Claro que eso cambió... y ahora tengo un problema.
Mi problema, que tratando de hacer memoria supongo que surgió durante mis "oscuros" (SPE) años adolescentes, es que ahora estoy impedida psicológicamente de cantar adelante de la gente. Para mí el acto de cantar se convirtió en algo tan íntimo como el de contarte por qué estoy triste o contenta, o quién es el tipo que me rompió el corazón, o cualquier cosa que tenga que ver con mis sentimientos (sí... tengo!). Cuando canto siento que estoy exponiendo mi corazón, y eso no me divierte mucho.

Pero claro, esta regla mía tiene una excepción. La excepción es que a mí se me da por cantar delante de la gente en esos extraños momentos en que suceden dos situaciones, y todavía más frecuente, que sucedan simultáneamente: tengo que estar muy contenta (o muy triste) y tengo que estar muy borracha...

Y cuando eso sucede, no me importa como canto. Son esos momentos en los que no estoy pensando en el tono y la afinación, sino en "sacarme" de adentro todo eso...

El tiempo pasó, mil cosas pasaron, mil fragmentos de vidas, y finalmente este año comencé a estudiar canto formalmente... a los 36 años se me dió por "aprender" a cantar.
El tema empezó con el año, y en Enero me conseguí una profesora... Clases particulares, para mí sola, sin nadie cerca, y así y todo, en mi primera clase se me aflojaron las piernas y me temblaba la voz, como si estuviera dando de nuevo mi temido exámen de Macro I.

Pero lo superé... pasé... y pasé la segunda... y pasé un par más... y yo estaba feliz. Pero la felicidad, mis queridos, es una cosa muy efímera, y el día llegó en que la muy turra de mi profesora, que es una dotada, me invitó a participar en una de sus clases grupales. Y yo, que me las doy de tan canchera, terminé siendo una crédula boluda y le dije que sí, siempre y cuando me prometiera que yo no iba a cantar y que sólo iba a participar de la clase de técnica y relajación. Que sí, que sí... (nunca confíen en una profesora de canto).

Llegó el día, el fatídico Sábado.  El día que se hacen las grupales. 
Fuí... Había, creo, alrededor de 12 personas más...
Hicimos la relajación, técnica, volcalización, y llegó el momento de pasar al escenario. Porque, claro! Era en una sala de ensayo de un teatro, por lo que había un escenario...

Pasa uno... canta, lo para, lo corrige, empieza de nuevo, lo para, lo corrige, empieza de nuevo... y otro... y otro...
En un momoento pasa por al lado mío y me pregunta... "vas a cantar?" Rpta: NO!

Pasa otro... y otro... y pasa de nuevo por al lado mío... "Por favor, necesito que pases. Necesito que el resto te escuche". Rpta: NO!
Maga: Un poquito... la canción que cantaste el primer día que viniste.
Mecha: No!
Maga: Es importante
Mecha: No traje la letra...
Maga: Te la acordás de memoria (TURRA!)
Mecha: No traje la música...
Maga: La tenés en el celular... (TURRA Y RE TURRA!)
Mecha: Me da vergüenza...
Maga: Sos grande..................

A todo esto, las otras personas estaban observando... ME estaban observando... Creo que me daba más vergüenza seguir diciendo que no y pasé.

A partir de ahí, lo único que sé es cuántas telas de araña tenía el ventilador de techo. No ví a nadie, no escuché a nadie, no me escuchaba yo ni la música...
Canté... solamente canté... y cuando terminé me puse a llorar... lo bueno fue que había dos chicas más llorando y un pibe que me estaba aplaudiendo parado, así que tan mal no lo debo haber hecho.

Claro que ahora no lo voy a volver a hacer...........

La canción ya la compartí antes, el Lunes siguiente al fatídico Sábado, y hoy necesito volver a compartirla, porque se está acercando el día y el río se hace más grande...

Esta!
 

lunes, 9 de abril de 2012

Un par largas...

Ahhhh... malpensados y malvivientes!!!!
Me refiero a las semanas... en qué estaban pensando???

A partir de hoy, Lunes 9, tendremos un par de semanas largas en el medio de tanto feriado.
Sabían que Abril tiene solo 17 días laborables???? Así no hay país que soporte la "revolución productiva"...

Pero bueh... acá estamos...
Toda la semana pasada en cama y sin ganas de escribir nada, me encuentran hoy acá sin nada interesante que contarles, y viendo la cantidad de cosas que no se hicieron / solucionaron / enviaron en mi ausencia, entiendo que esta semana estaré casi más desaparecida que de costumbre.

Pero bueh... buen comienzo de semana a todos!