Esta es una nueva sección que he creado gracias al invaluable (porque igual no le voy a pagar, así que para qué valorarlo, no???) aporte literario de MI AMIGO PERSONAL, el maravilloso, atractivo, Choto y mentalmente disfuncional, el querido
Diez Años Tarde...
(paren la histeria, chicas, y dejen de avalanzarse, que el caballero está legalmente pelado... digooooo... casado!, y quiere mantenerse así, sin "distracciones" ni "tentaciones").
Como venía diciendo, Diez nos deleita en esta sección, con unos exquisitos relatos llenos de acción, emoción, intriga, dolor, y noches de insomnio, que se viven en una farmacia de turno.
Pero antes de pasar a las palabras de mi querido amigo (en
colorado), permitánme agregar una cosa más:
FELIZ CUMPLE VALU!!!
Ahora sí, aquí les dejo la primera parte de la primera entrega, sin editar...
LA PRIMERA VEZ
Esta, damas y caballeros, fue mi primera vez.
Antes que nada, quiero defenestrar una frase típica de toda persona que no tiene idea de lo que es estar detrás de un mostrador (honor a ellos): “El cliente siempre tiene razón”.
Váyanse todos a la mismísima mierda. El cliente rara vez tiene razón, y si vamos al tema medicamentos, se puede decir que jamás la tiene (excepción: que venga a comprar un médico, que por una cuestión de ética profesional y respeto hay que ubicarse). Comentarios del tipo “no, no me des esa marca que me saca granos” cuando ves que su problema no es precisamente la marca de una crema… o (con cara de suficiencia y con la soberbia del ignorante que cree que sabe todo): “no, no te pedí Tafirol, te pedí paracetamol” (“ehhh, señora, Tafirol es marca, paracetamol es la droga que tiene, o si quiere entenderlo de otra manera, es el juguito que le ponen adentro” Eso sí, si quiere pagar el paracetamol en cajita un 40% más que en un blíster, avíseme que le vendo más cosas caras…).
Bueno, pero eso será tema de otro relato: las equivalencias o marcas de remedios que no quieren, porque… ehhhh… porque… bué, porque no quieren y punto.
Volviendo al tema de “mi primera vez”: nunca había echado a nadie de la farmacia. He tragado saliva muchas veces, he contado hasta 38 otro tanto más. Me fui atrás, simulando que buscaba algo para que se me pase. Pero esta pendeja me superó.
Situación: hora, 23:30. Si bien no era taaaaaaaaan tarde, era un día de semana y frío, con lo que haciendo un poco de estadística, sería una noche de poco movimiento. Por lo tanto, y después de un día de laburo bastante largo, la verdad que no tenía ganas que venga mucha gente. Menos que vengan a romperme las pelotas con idioteces. Pero pasó…
Pendeja Idiota: - “Hola, tenés ruleros?”
Diez: - “Supongo que sí, debe haber” (me cuesta tanto disimular que ya me caliento??)
P.I.: “¿Me mostrás los tamaños?”
(N de la R: Nunca (pero nunca) había vendido ruleros, por lo que no solamente no tenía la más mínima idea de dónde estaban, ni el tamaño, ni los tipos, ni cómo venían, ni mucho menos el precio).
D: (cerrando la ventanita y sin contestar) ………..
Luego de buscar un tiempo mayor al que debería ser para encontrar unos asquerosos ruleros, encuentro un paquete de 6 (mucho gusto… vienen en paquete de 6). Por una bendición de los dioses, tenía el precio pegado (un claro signo, en época de inflación, que hacía rato que estaban ahí esperando que alguna P.I. venga por ellos): 10 $. Paquete a la bolsa, los llevo a la ventana y se los paso:
D: “Servite, 10 $”
P.I.: “Ah, pero yo quería más chicos, tenés?”
No me preocupé demasiado porque había visto un paquete de los que ella quería al lado del que le llevé. Vuelvo, los cambio de la bolsa, y vuelvo a la ventana:
D: “Cuestan lo mismo, porque traen 10 en lugar de 6” (la verdad, ni idea cuánto costaban ni me iba a poner a fijar, no me cambiaba la noche ganar o perder 2 $). Pero la explicación que le di no le iba a alcanzar…
P.I.: (Con una cara de ITS que la pintaba de cuerpo entero (remitirse a Mecha para su certera descripción (acá))) “Ayyyy, no tenés sueltos?” “Necesitaba 3 solamente” D: (con mi mejor cara de orto, esa que a veces me gusta tanto poner): “No linda, no vienen sueltos, se vende por paquete y sale SOLAMENTE 10 $... querés o no???”
P.I.: “Ehhh, voy a averiguar” (¿??!?!?!?!?)
Obviamente, cerrada violenta de la ventana, con un “chau” que amenazaba con un “Si volvés es para comprarme al menos 4 paquetes, o te meto los ruleros donde menos te interese” y cliente desaparecido.
O al menos eso creía yo…
Esta historia continuará...